El partido que cambió las reglas del baloncesto europeo

Era la temporada 1961-1962 y se disputaban los cuartos de final de la quinta edición de la Copa de Europa entre el Real Madrid y el equipo italiano Ignis Varese. Nos encontramos ante el partido que cambió las reglas del baloncesto europeo para siempre creando una cláusula para lo que sucedió aquel día.

Las eliminatorias, como de costumbre excepto en las finales, se jugaban a dos partidos. Pasaba el que más diferencia de puntos tuviera en los dos partidos en caso de empate a partidos ganados.

Lo que sucedió

El primer partido tocó en el campo del Ignis Varese. Se trataba de un campo que hoy en día no pasaría los mínimos de calidad para una competición con la copa Europea. Suelo de cemento, pobre iluminación y sobre todo, un campo sin gradas con todos los seguidores del Varese (unos 2.000 fans) gritando a pie de campo a menos de dos metros de los jugadores. Una verdadera ratonera con un sonido ensordecedor.

El Real Madrid contaba entonces con una plantilla en la que jugaban míticos jugadores como Emiliano Rodriguez (Emi) LLopis o Lorenzo Alcocén que protagonizó el suceso durante el partido que cambió las reglas del baloncesto europeo.

A falta de unos segundos para el final, el Vitese consiguió empatar el partido a 80 puntos. En ese momento, Pedro Ferrándiz pidió tiempo muerto y sacó a pista a Lorenzo Alcocén diciéndo las palabras \»Ya sabes lo que hay que hacer\» por lo que todo indica que ya tenían este plan en la recámara.

Los jugadores estaban aleccionados y sabían que era mejor perder de dos puntos al finalizar el partido que aguantar 5 minutos extras de la prórroga y perder de más de dos puntos.

Tras el saque de fondo, Alcocén recibe y anotó en su propia canasta (autocanasta).

Tras el pitido final…

Todo el campo desconcertado, excepto los jugadores del Real Madrid pensando que Alcocén se había equivocado acabó gritando aplaudiendo a su equipo por haber ganado al mismísimo Real Madrid.

Los jugadores del Real Madrid tenían órdenes del entrenador de salir corriendo del campo nada más se pitara el final del partido.

Pasados los segundos del desconcierto, los jugadores del Varese se dieron cuenta de la jugada y comenzaron a quejarse, de hecho hubo una queja formal ante la FIBA que nada pudo hacer al no estar reglamentado en las reglas del Baloncesto.

Tras el partido

Se jugó la vuelta en la capital española y el Real Madrid se impuso sin demasiado problema al Ignis Varese por 83-62. Dado el resultado de la ida en la que el Real Madrid perdió de dos puntos, el Ignis Varese quedó eliminado, algo que no se sabe si hubiera pasado en el caso en el que en la ida se hubiera dado empate y se hubiera jugado una prórroga.

La FIBA se vio obligada a crear una norma que dice lo siguiente: La autocanasta anotada en los últimos instantes de un partido que evite un empate como resultado final, comportará la inmediata descalificación del equipo durante dos años y multa de 1.000 dólares.

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