Sonidos primigéneos – ¿Qué surgoió antes? ¿Música o humaos?

¿Qué fue antes, el ser humano o la música? Mucho antes de que las primeras personas comprendieran lo que es la música, ya se podían escuchar los sonidos primigénios del universo.

Un claro ejemplo son los pulsars, pequeñas estrellas de neutrones que emite una gran radiación periódica. Los pulsars poseen un intenso campo magnético que induce la emisión de estos pulsos de radiación electromagnética a intervalos regulares relacionados con el periodo de rotación del objeto.

Cada pulsar gira a una velocidad diferente que puede variar desde pocos ciclos por minuto a miles de ciclos por segundo, produciendo cada uno de ellos diferentes compases musicales según sea su periodo de rotación.

La señal del primer pulsar detectado tenía un periodo de 1,33730113 segundos. Este tipo de señales únicamente se puede detectar con un radiotelescopio. De hecho, cuando en julio de 1967 Jocelyn Bell y Antony Hewish detectaron estas señales de radio de corta duración y extremadamente regulares, pensaron que podrían haber establecido contacto con una civilización extraterrestre, por lo que llamaron tentativamente a su fuente LGM (Little Green Men u Hombrecitos verdes). Tras una rápida búsqueda se descubrieron 3 nuevos púlsares que emitían en radio a diferentes frecuencias, por lo que pronto se concluyó que estos objetos debían ser producto de fenómenos naturales. Anthony Hewish recibió en 1974 el Premio Nobel de Física por este descubrimiento y por el desarrollo de su modelo teórico. Jocelyn Bell no recibió condecoración porque sólo era una estudiante de doctorado, aunque fuera ella quien advirtió la primera señal de radio.

El más famoso de todos los pulsars es quizá el que se encuentra en el centro de la Nebulosa del Cangrejo, y gracias a la luz que este emite podemos observar desde La Tierra el esplendor de dicha nebulosa, la cual se puede observar en la imagen superior.

A continuación os dejamos un vídeo con el sonido de un pulsar cercano al centro del remanente de la supernova Vela, cuyo sonido podría ser remezclado por los DJs de todo el Universo desde hace decenas de miles de años. Dicen que quien lo escucha durante mucho rato puede llegar a entrar en trance.

¿De dónde proceden?

Los enormes anillos magnéticos que rodean las capas exteriores de la atmósfera, vibran con los vientos solares al igual que las cuerdas de un instrumento musical.

Después de conocer el sonido de los pulsars que proviene de los más profundo del universo, hoy queremos acercarnos a nuestro planeta, La Tierra.

Todos sabemos que el núcleo del planeta en que vivimos es aún muy activo y produce un fortísimo campo magnético que rodea La Tierra de norte a sur protegiéndonos del viento solar (partículas cargadas eléctricamente provenientes del sol). Este viento solar, en ausencia del campo magnético destruiría nuestra atmósfera en poco tiempo convirtiendo nuestro planeta en algo parecido a Marte y destruyendo la vida tal y como la conocemos.

No hace mucho se descubrió que las líneas del flujo magnético de este gran escudo protector vibran al colisionar las partículas solares contra ellas, como hacen las cuerdas de cualquier guitarra, produciendo diferentes sonidos:

Es curioso que el sonido de la vibración magnética es muy distinto al de la vibración mecánica de la guitarras y otros instrumentos de cuerda, algunos sonidos recuerdan más a los de instrumento de viento.

Los astrónomos están convencidos de que las escuchas de la «música» solar ayudarán a detectar el inicio de la gran tormenta solar que los expertos de la NASA auguran para 2013. Asimismo, estos sonidos pueden aportar mucha información sobre la física del Sol y sobre las propiedades del campo magnético terrestre, ese gran desconocido. Hoy en día sabemos generar campos magnéticos a partir de una corriente eléctrica pero no sabemos como hacer lo contrario. ¿Os imagináis poder generar electricidad a partir del campo magnético de nuestro propio planeta? Algunos piensan que hace más de 3000 años ya se hacia y que Stonhenge, Carnac y otras grandes construcciones eran capaces de producir electricidad a partir del campo magnético terrestre. Nos queda mucho por aprender…

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